Ahora sí. Me soñé con un amigo del colegio que no veo desde que nos graduamos. Siempre fue el niño bonito que a todas las niñas nos gustaba, pero con el que ninguna de nosotras nunca tuvo nada. En el sueño yo llegaba a un sitio, él salía y en la puerta lo abrazaba porque me daba emoción verlo. Sin embargo, él no estaba tan emocionado y lo que hizo fue pedirme un favor del cual no me acuerdo, sólo recuerdo que me sentí desinflada por eso y seguí mi camino. Afortunadamente no iba sola, iba con un hombre pero no tengo claro de quién se trata, probablemente era Él (de ahora). Seguía mi camino y ya estaba como en un paseo con más gente del colegio, pero sólo recuerdo ver a una de mis mejores amigas esperándome en uno de esos botes inflables para hacer rafting. El hecho es que no me montaba en el bote y me iba a caminar con un instructor, que me gustaba. Y ya, eso fue todo. Pero sueño, otra vez, por fin.
Sí, hoy quiero hablar de Él. No ha pasado mucho en estas semanas, pero hace rato nadie me gustaba tanto como Él. Me siento bien, me siento feliz, cada día descubro en mí cosas que no pensé que estuvieran aquí dentro y que me hacen sentir bien conmigo. Siento que todos mis problemas son pequeños, que puedo con todo, que al fin y al cabo todo pasará, por grave que sea. Sin embargo, trato de andar con los pies en la tierra, pues al fin y al cabo, es mejor llegar despacio o como diría una de mis mejores amigas "hay que gozarse el viaje, no importa el destino". Por eso voy con calma, tratando de descubrir qué más hay dentro de mí que pueda ofrecerle a ese otro... a Él.
Sin embargo, no sé aún cuál es el punto en que la atracción (no sólo física) pasa a un segundo plano y uno empieza a querer a ese otro, a tener sentimientos bonitos. En eso ando confundida. Si alguien sabe me cuenta?
Por ahora sólo sé que quiero seguir, quiero aprender de nuevo qué es todo esto que me está pasando y me gusta tanto, quiero seguir sacando más y más cosas de esta caja de gloria que tengo al lado.
Pd. sí, el post se llama así porque estoy escuchando Portishead y porque esta canción me encanta y encaja perfecto en este momento de mi vida.
Sí, hoy quiero hablar de Él. No ha pasado mucho en estas semanas, pero hace rato nadie me gustaba tanto como Él. Me siento bien, me siento feliz, cada día descubro en mí cosas que no pensé que estuvieran aquí dentro y que me hacen sentir bien conmigo. Siento que todos mis problemas son pequeños, que puedo con todo, que al fin y al cabo todo pasará, por grave que sea. Sin embargo, trato de andar con los pies en la tierra, pues al fin y al cabo, es mejor llegar despacio o como diría una de mis mejores amigas "hay que gozarse el viaje, no importa el destino". Por eso voy con calma, tratando de descubrir qué más hay dentro de mí que pueda ofrecerle a ese otro... a Él.
Sin embargo, no sé aún cuál es el punto en que la atracción (no sólo física) pasa a un segundo plano y uno empieza a querer a ese otro, a tener sentimientos bonitos. En eso ando confundida. Si alguien sabe me cuenta?
Por ahora sólo sé que quiero seguir, quiero aprender de nuevo qué es todo esto que me está pasando y me gusta tanto, quiero seguir sacando más y más cosas de esta caja de gloria que tengo al lado.
Pd. sí, el post se llama así porque estoy escuchando Portishead y porque esta canción me encanta y encaja perfecto en este momento de mi vida.
1 comentario:
Yo tuve una larga temporada en que no era capaz de rcordar los sueños, si es que los tenía ... pero de un tiempo para acá está sucediendo de nuevo. Yo creo que era el stress.
Pues me alegro sinceramente por el hallazgo. Usualmente la transición de una cosa a la otra no se nota, simplemente llega.
Y excelente elección de fondo musical ... no pudo ser más acorde.
Publicar un comentario