junio 20, 2007

Calabaza stereo

Prueba fehaciente de que hay sueños que se hacen realidad: The Smashing Pumpkins y Soda Stereo se reunen después de 8 y 10 años de ausencia (respectivamente). De la época del rock en español, Soda Stereo es mi banda favorita y eso lo prueba que tengo varios de sus álbumes, en cassette. Sin embargo, la verdad es que a ellos no les creo que se reunan por amor al arte, sino porque seguramente se les acabó la fama, al menos a Zeta y a Charly, o porque ellos y sus empresarios quieren más platica. Igual, bienvenidos sean ellos con sus álbumes y sus conciertos, y don Cerati puede estar seguro de que como el año pasado, le cumpliré la cita en mi querida ciudad.

Por el lado de los Pumpkins -Nº 1 en mi corazoncito- sí creo que la cosa es por amor al arte. Debo decir que Billy Corgan es un gran músico y tremendo compositor (en mi humilde opinión) y que Jimmy Chamberlin es de los mejores bateristas que he oido en mi vida. Son los únicos 2 de la formación original, porque no me se aun los nombres del nuevo guitarrista y la nueva bajista. Igual, protesté siempre por la salida de D'Arcy (la bajista inicial) porque además de un bajo del putas, con su aspecto de témpano de hielo le daba una imagen única a la banda. Y bueno, James Iha también es un gran guitarrista. Lástima.

Sin embargo, escuché su presentación del Zeitgeist y de varias de sus canciones viejas en el Rock am Ring de este año y me quedé sin palabras. No es una banda que, como otras, viene con un sonido 'renovado' que a la hora de la verdad no tiene nada que ver con su sonido tradicional o por el que son conocidos, sino que suenan a lo de siempre, es como si nada hubiera pasado. Escuché el primer sencillo, Tarantula y debo decir que es simplemente del putas. Suena a noventas, suena alterno, suena un poco grunge... suena a Pumpkins, y con todos los juguetes.

De antemano ofrezco disculpas por lo ñoño que pueda ser este post, porque seguramente este sentimiento no es compartido por muchos. Pero nada, son 12 años de seguir a estos personajes, de comprar sus cds, de bajar sus sencillos y rarezas que en este pais es imposible conseguir, de saberme su historia, sus canciones, de quererlos y de soñar (creyéndolo imposible) con su reunión. Sólo me resta verlos en vivo, pero ese va a ser otro sueño que voy a vivir, seguro.

Para el que quiera ver a mis calabazas en pleno: Tarantula.

junio 01, 2007

Ruido

Anoche tuve dos sueños. En el primero sucedía un desastre natural relacionado con las lluvias, a propósito de esta inclemencia de clima que azota al país. Antes cuento que en la vida real vivo cerca a un centro comercial grande, y en mi sueño quien vivia cerca no era yo sino mi abuelita. Soñé que estábamos de visita con mi mamá y mi hermano y de reprente el suelo empezaba a ceder y a volverse muy arenoso y todo lo que había en la superficie se hundía paulatinamente. Ví que empezaban a hundirse los edificios que estaban detrás del centro comercial, luego éste quedaba sumido en la tierra, la cual avanzaba directamente hacia mi apartamento (de mi abuelita, en el sueño). A pesar de la angustia por ver lo que sucedía, recuerdo que nunca entré en pánico y preferí que nos quedaramos en la casa, no sé por qué sentía que no iba a pasarnos nada. Y en efecto, la tierra dejó de correr justo antes de llegar a la casa.

Vale anotar que no soy histérica y por lo general en situaciones de riesgo puedo pensar antes de actuar, de modo que probablemente habría actuado con tranquilidad si me pasara en la vida real. Un poco suicida si se tiene en cuenta que la casa iba a ser devorada por la tierra. Sin embargo, cuento el sueño porque esta sensación de que todo va a salir bien a pesar de lo oscuro del panorama me ha embargado de unos años para acá, seguramente desde que soy grande y soy consciente que hay quienes de una u otra forma dependen de mí. Y me hace sentir segura, tranquila, confiada en que nada malo me va a pasar. Como he dicho antes, creo en la existencia de una fuerza superior a nosotros, llámese como se llame. Y estoy segura que esa fuerza me protege. Sueño angustiante pero tranquilizador a la vez.

El segundo sueño fue desesperante. Soñé con una especie de timbre, pito o alarma que no paraba de sonar y yo estaba segura que provenía de una grabadora azul que tiene mi hermano. Por eso, tomé la grabadora y literalmente empecé a desbaratarla, a quitarle los botones, a quitarle la tapa a los reproductores de CD y Cassete, y al ver que no dejaba de sonar, la estrellaba contra las paredes y la boté al suelo, pero seguía sonando. En ese momento algo dentró de mí cayó en cuenta que no era la grabadora la que sonaba, sino mi despertador, el de la vida real. Cuando me paré a apagarlo (tengo que dejarlo lejos para despertarme de verdad) supe que la grabadora sigue intacta y que el aparato que debí desbaratar también estaba intacto, ya era hora de levantarme. (Medio) sueño violento.